Taxonomía Sostenible

La taxonomía sostenible es un sistema de clasificación que tiene como objetivo identificar y definir actividades económicas y productos que son considerados ambientalmente sostenibles.

Tiene como finalidad orientar inversiones y decisiones financieras hacia proyectos que contribuyen positivamente al medio ambiente y cumplen con ciertos criterios de sostenibilidad.

Una taxonomía es una herramienta en constante evolución y desarrollo, respondiendo a los cambios en las necesidades de factores relacionados con la sostenibilidad, capacidades técnicas y tecnológicas, así como a las trayectorias de desarrollo y prácticas del mercado.

La taxonomía sostenible se emplea como una herramienta para facilitar la transición hacia una economía más verde, estableciendo qué actividades pueden ser etiquetadas como “sostenibles” en términos de su impacto en el cambio climático, la biodiversidad y otros aspectos medioambientales clave.

La taxonomía también tiene en cuenta factores sociales y económicos, garantizando que las actividades no solo sean ecológicamente responsables, sino que también contribuyan al bienestar social y económico.

En México, la sustentabilidad es una prioridad debido a los graves desafíos ambientales que enfrenta el país, ya que es uno de los países que alberga mayor diversidad biológica y cultural a nivel mundial, gracias a la gran complejidad fisiográfica de su territorio, así como por su historia geológica y climática.

Enfrentar problemáticas como la deforestación, la contaminación, la pérdida de biodiversidad y los efectos del cambio climático, son el objetivo de la Taxonomía Sostenible.

México está comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, que buscan erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todos, adoptando la Taxonomía Sostenible como un método para lograr éstos objetivos.

1. Definición de actividades económicas sostenibles: El marco identifica sectores y actividades que contribuyen a la mitigación y adaptación al cambio climático, la conservación de la biodiversidad, la gestión sostenible de los recursos hídricos y la economía circular.

Estos sectores van desde la energía renovable y el manejo de residuos hasta la eficiencia en el consumo de agua y la producción agrícola sostenible.

2. Criterios técnicos de sostenibilidad: Cada actividad económica debe cumplir con un conjunto de criterios técnicos específicos para ser clasificada como sostenible.

Estos criterios consideran aspectos como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la eficiencia en el uso de recursos, y la resiliencia frente a los efectos del cambio climático.

3. Evaluación de impactos ambientales y sociales: Para ser considerada sostenible, una actividad debe demostrar que no causa efectos negativos significativos en otros ámbitos ambientales o sociales, como la salud y la seguridad de las comunidades.

De este modo, se asegura que una actividad económica tenga un impacto positivo de manera integral.

4. Transparencia y rendición de cuentas: La taxonomía mexicana promueve la transparencia en los informes financieros de las empresas, incentivándolas a revelar el porcentaje de sus actividades que cumplen con los criterios de sostenibilidad.

Esto facilita a los inversionistas y reguladores el seguimiento y evaluación de la contribución ambiental de una empresa.

• Movilizar y reorientar el financiamiento público y privado hacia actividades económicas con impactos medioambientales y sociales positivos.
• Proveer de mejor información a los mercados y contribuir a la mitigación del riesgo de greenwashing.
• Generar información sobre los flujos de financiamiento sostenible.
• Crear una base para el desarrollo de políticas públicas en materia de finanzas sostenibles en México.

La taxonomía sostenible en México ofrece una serie de beneficios económicos, sociales y ambientales:

Atracción de inversiones verdes: Al definir criterios claros y transparentes, la taxonomía mejora la confianza de los inversionistas en el mercado financiero mexicano, atrayendo inversiones nacionales y extranjeras hacia proyectos sostenibles.

Fomento de la innovación y competitividad: Al incentivar prácticas sostenibles, la taxonomía promueve la innovación en sectores clave como la energía, la agricultura y la gestión de residuos, mejorando la competitividad del país en el mercado global.

Alineación con estándares internacionales: Este marco de clasificación permite que las actividades y los proyectos mexicanos estén alineados con estándares globales de sostenibilidad, facilitando el acceso a financiamiento internacional y contribuyendo a la meta de cero emisiones netas de carbono para 2050.

Reducción del riesgo financiero: Al orientar las inversiones hacia actividades más resilientes y sostenibles, la taxonomía contribuye a reducir el riesgo financiero asociado al cambio climático y otros problemas ambientales.

Referencias

Taxonomía_Sostenible_de_México https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/809773/Taxonom_a_Sostenible_de_M_xico_.pdf

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